Con un modelo de intervención en tres niveles: Macro (en lo Institucional), Meso (con las Juntas Directivas de las ASADAS y las ORACs ) y Micro (con las comunidades) que garantizará la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en las zonas de implementación, desde una visión de desarrollo humano sostenible, que también contribuya a reducir otras problemáticas sociales.